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126. El rey pacifista

Howl

 

Fue hace mucho tiempo, en un reino que sobrevivió a desastres y guerras, pero lamentablemente sucumbió a las arenas del tiempo y ya hoy en día es solo un mito más, pero la historia que forjó ese mito no debería ser olvidada también.

El castillo se sumió en un silencio de ultratumba en el salón principal se encontraban los consejeros y la única hija y princesa del rey Brezo “El rey protector” en juventud lo dio todo para proteger su nación su legado, se dejó el alma y cuerpo en el campo de batalla su espada blandió contra los enemigos más feroces, pero aún más impresionante  era como peleaba por sus ideales con un temple inquebrantable, de esta manera  su reinado continuo prosperó por varias décadas hasta que en cierto tiempo el rey supo que no podría proteger el reino por mucho más tiempo y con todos reunidos exclamó:

—¡Súbditos míos! Me he dado cuenta que el tiempo no pasa en vano y mi salud se a deteriorado y me veo en la obligación de designar a un sucesor y ya que mi hermosa hija estuvo de acuerdo con esta decisión ella decidirá con quien casarse y decidirá el nuevo rumbo de esta grandiosa nación, para ello decidí convocar a los representantes del lado norte y sur estos dos han designado a su cabecilla para participar en una serie de pruebas que determinaran al hombre más capas y merecedor de no solo el trono sino también la mano de mi hija.

Con estas palabras el rey mandó a informar a las familias del norte y del sur que inmediatamente alistaron a sus campeones, mas no obstante la princesa impuso una petición algo extraña.

—Padre, si me lo permite quisiera abrir el torneo para cualquier extranjero que se crea capaz de gobernar y superar a los demás, no seguiré con esto si se eliminan las posibilidades de encontrar alguien más capaz fuera de nuestras tierras.

Aunque al rey le pareció descabellado no tuvo más opción que aceptar y la convocatoria se inauguró dando dos días para que se presenten los retadores.

Los días pasaron y en el salón del castillo se abrieron las puertas para los campeones, el castillo gozaba con varias sillas y el pasillo despejado para presentarlos apropiadamente ante el rey y así darles un visto anticipado, el castillo en silencio fue perturbado por tambores y sonidos de júbilo señal del primer campeón que había llegado.

—¡Mi alteza, desde el lado sur del territorio le presento a nuestro campeón que a su facción ha traído alegría y ha defendido al reino de los invasores con su extraordinaria fuerza¡, no hablo de nadie más que el príncipe Leonardo de los Solio—. Los solion se consideran familia de guerreros desde que nacen lo hacen con una espada en mano y un solo final morir o vivir hasta convertirse en leyenda, tendrán mucho prestigio, pero solo son reconocidos por sus fiestas desenfrenadas y su fuerza militar, imponente mas no organizada.

—Mi rey, yo Leo de Solion me comprometo a trabajar por consagras este reino como el más grande que se halla visto aun si para ello debo teñir el mar entero de sangre—. El bullicio fue interrumpido y trompetas anunciaron al otro campeón esta vez elegido por los del norte con no solo personalidad sin que además con agudas y frías mentes…

—Mi rey, por nuestra parte desde la familia de los Viltran, le presentamos al próximo cabecilla de la familia que con su ingenio ha logrado que hasta el más frío e inhóspito de los páramos nos brinde de abundantes cosechas y alimentos por todas las temporadas con usted el Joven Arturo Viltram—. Arturo poseía un gran raciocinio, pero carecía de empatía y signos de humanidad, era tan frío como la nieve y no se inmutaba cual montaña—. Mi rey, yo Artur de los Viltram, prometo proteger este reino con estrategias magnificas aun si dispongo de todo lo que el pueblo pueda dar.

Con esto los dos candidatos habían llegado: uno, por su parte, ofrecía júbilo y desenfreno a costa de guerra y peleas territoriales, el otro ofrecía estabilidad sobre una fachada de opresión, ninguno de los dos parecía saber como estar ante el otro tales ideas contrarias a las suyas solo ocasionaban aún más rivalidad entre ellos, el salón se llenó con una tensión que podría lograr ser atravesada aun con el filo más débil en cualquier momento ambos bandos se alzarían en armas unos contra otros solo para que su candidato logre el tan anhelado trono, las chispas volaban y el altercado pareciera ya comenzar hasta que se anuncia otro candidato.

Como única petición la princesa dio permiso de que cualquier candidato extranjero podría participar y con ello el mensaje se dio a las afueras del reino, los demás transeúntes no se sentían con la capacidad de cuidar cientos de vidas unos solo eran mercaderes y trovadores errantes ninguno con capacidades políticas o estratégicas ni versados en combate como para alistarse para competir por el trono y pareciese que nadie más allá de la frontera se postularía, nadie excepto un joven que vino de la nada sin familia o antecedentes solo con un nombre y una mirada decidida, entró con paso firme solo sin compañía y se presentó ante todos los que solo miraban incrédulos la escena que ellos consideran mediocre y de aspecto cómico, solo contenían las ganas de reír pero fueron interrumpidos por la proclamación que dio.

—Mi nombre es Adán, vengo de un reino más allá de estas fronteras, en el la paz próspero por cientos de años y como misión se me dio propagar esta dicha a otras partes, yo se que en estos momentos pareceré un bufón o un estafador solo queriéndose aprovechar de la petición de la princesa, un oportunista que solo quiere saciar su codicia, pero no es así hoy me presento solo con la intención de traer paz a este reino y a sus habitantes y para ello estoy dispuesto a dar todo de mi en esta competición, puede que solo sea un hombre sin nombre pero confió en mí y en mi misión además de cargar con los ideales de mi antigua nación—. Con esas audaces palabras dio por finalizada la presentación de los campeones, en la sala ya no solo se escuchaban murmullos entre las dos rivalidades, entre ellos se alzaban críticas contra Adán.

¿Qué puede hacer un rey pacifista? Seguro será eliminado, solo vino a hacer el ridículo o es una especie de broma. ¿Por qué la princesa ha decidido aceptar a forasteros? Con malos pensamientos e ideas revoloteando en toda la sala principal se dio inicio a las pruebas para decidir al rey.

El rey, una vez vistos los participantes, observo a cada candidato individualmente no solo la ropa que traían sino también el porte y el comportamiento corporal, la primera impresión era la primera prueba, Leo mostró vestimentas elegantes del reino del sur algo reveladoras, pero entendibles para el clima tan ardiente pero su comportamiento dejaba que desear pues no dejaba de moverse y mirar a otros lados, mientras tanto Artur presento vestimentas más abrigadoras debido al entorno frío su cuerpo se acostumbró a ellas, igual poseía un porte que imponía pero resultaba molesto su comportamiento que nunca me miro o miro a los demás en la sala, el mismo creo un muro entre él y los demás que impedía acercársele y ahora solo faltaba la sorpresa de la tarde, el extranjero Adán no presentaba joyas o vestimentas llamativas pero pese a su simples todo estaba impecable incluso su abrigo blanco estaba como si nunca hubiera sido usado eso es algo impresionante, su comportamiento pese a venir de afuera y no saber de nuestra forma de ser se vio bastante respetuoso irradiaba una tranquilidad acogedora y nunca dejo de ver directamente al rey.

La siguiente prueba constaba de ir a buscar una planta que los represente y traerla con ellos, para ello podían hacer uso de cualquier terreno del palacio. Para ello solo les dio una hora y luego de ese tiempo los candidatos regresaron. Leo regresó con una rosa, la cual bajo sus palabras «representaba su amor y devoción por el reino y tal cual espina protegería a todos aun si lástima a cualquiera que se acerque». Artur trajo una hortensia y con ella presentó «el conocimiento es poder, cualquiera que se acerque sin el conocimiento adecuado terminará muriendo por el veneno de esta hermosa flor». Todas eran flores hermosas y muy bien representadas por sus portadores, solo faltaba Adán que trajo consigo sorpresivamente una planta de olivar «como pueden ver es una planta de olivar y tal vez no tenga espinas que la defiendan o veneno que acabe con el que se acerque, pero desde tiempos ancestrales el olivar ha representado fuerza y gloria, premio de antiguos guerreros, además de que su extracto da valiosos recursos como el aceite para consumo y uso y frutos comestibles. El olivar da reconocimiento a los que usan su fuerza para proteger a los otros y da miles de usos a los que buscan usar sus conocimientos». Con esto da final a la segunda prueba y paso a la última prueba que decidirá el destino del reino.

Como última prueba cada uno dirá en una sola palabra qué es lo que necesita más un rey. Leo dijo «Poder, por supuesto»; Artur «Claramente conocimiento»; y Adán solo y simplemente «Paz». La última prueba fue dada y los dados rodaron, a quién brindaría ayuda la diosa de la fortuna en esta decisión tan importante.

El rey, decidido después de pensar, concluyó:

—Mis súbitos, he visto de lo que los candidatos son capaces y sus visiones del mundo y con ello solo he de decir que el ganador y nuevo rey será… Adán. Sé que los demás estarán extrañados y aún más disgustados, pero Adán es el único que demostró una convicción capaz de liderar justamente esta nación y como decreto final antes de dejar el trono le concedo el nombre de Adán del Olivo.

Con eso dicho se designó al nuevo rey y el tiempo avanzó. Pese a las críticas iniciales, el reino prosperó mejor de lo que se esperaba, Adán tuvo ayuda de sus antiguos rivales y lo apoyaron con su fuerza y su conocimiento y él los ayudó a darse cuenta de que no todo se resuelve con fuerza o no todo viene de los libros, es así que el tiempo continuo y el reino prosperó sin guerra, sin falta de alimentos o enfermedades, era un jardín del Edén en la tierra de los mortales, y gracias a todo eso es que hoy en día los pocos que recuerdan ese reino han denominado a su gobernante como Adán del Olivo, el único e irrepetible Rey pacifista.

 

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